La
lactancia es una de las fases más bonitas y tiernas que puede experimentar una sabiendo
que no hay nada madre. Creo que no hay nada más bello que alimentar tu mismo a
tu propio hijo, mejor que la leche materna para su desarrollo, además es gratis ¿Qué más se puede pedir?. Eso
sí, el pezón es un área muy sensible que debemos cuidar para evitar lesiones y
problemas dermatológicos que nos incomoden o incluso impidan dar de amamantar a
nuestro hijo.
Durante
la lactancia es bueno no pasar largos períodos de tiempo sin dar de amamantar,
es importante vaciar en la medida de lo posible los pechos alternando el bebé entre ambos, es decir
primero uno y al vaciarlo pasarlo al siguiente. Si usted produce mucha leche,
podría considerar extraer el exceso de manera artificial.
La
limpieza y correcto secado del pezón es un detalle a considerar. Muy importante
lavarlos con agua y secarlos muy bien,
incluso se recomienda ponerlos unos minutos al sol, ya que mejorará su secado y
los mantendrá libre de humedad.
Otro
paso a tener en cuenta es la lubricación, ya que es esencial por varios motivos; para que se
dé un correcto flujo de leche, para evitar la aparición de grietas y con un
pezón bien lubricado, será menos molesto para la madre el roce de los labios
del recién nacido.
¿Cómo
mantenemos lubricada esta zona?
Existen
multitud de cremas, las principales características que deben cumplir es que
hidraten, reparen y no sean tóxicas para el bebé. Una de las más recomendadas y
que cumple estos requisitos es la crema
Purelan 100 de Medela, la crema Purelan protege los pezones de la sequedad
durante la lactancia. Contiene lanolina pura al 100% sin aditivos ni
conservantes artificiales, por lo que no es necesaria retirarla antes de dar el
pecho. Además, puede aplicarse sobre la piel agredida del bebé.
Si tiene
alguna duda, no dude, consulte a su Farmacéutico.
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