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lunes, 3 de febrero de 2014

TU PECHO Y TU BEBÉ

La lactancia es una de las fases más bonitas y tiernas que puede experimentar una sabiendo que no hay nada madre. Creo que no hay nada más bello que alimentar tu mismo a tu propio hijo, mejor que la leche materna para su desarrollo,  además es gratis ¿Qué más se puede pedir?. Eso sí, el pezón es un área muy sensible que debemos cuidar para evitar lesiones y problemas dermatológicos que nos incomoden o incluso impidan dar de amamantar a nuestro hijo.

Durante la lactancia es bueno no pasar largos períodos de tiempo sin dar de amamantar, es importante vaciar en la medida de lo posible los pechos  alternando el bebé entre ambos, es decir primero uno y al vaciarlo pasarlo al siguiente. Si usted produce mucha leche, podría considerar extraer el exceso de manera artificial.
La limpieza y correcto secado del pezón es un detalle a considerar. Muy importante lavarlos con agua y secarlos muy  bien, incluso se recomienda ponerlos unos minutos al sol, ya que mejorará su secado y los mantendrá libre de humedad.

Otro paso a tener en cuenta es la lubricación, ya que  es esencial por varios motivos; para que se dé un correcto flujo de leche, para evitar la aparición de grietas y con un pezón bien lubricado, será menos molesto para la madre el roce de los labios del recién nacido.

¿Cómo mantenemos lubricada esta zona?
Existen multitud de cremas, las principales características que deben cumplir es que hidraten, reparen y no sean tóxicas para el bebé. Una de las más recomendadas y que cumple estos requisitos es la crema Purelan 100 de Medela, la crema Purelan protege los pezones de la sequedad durante la lactancia. Contiene lanolina pura al 100% sin aditivos ni conservantes artificiales, por lo que no es necesaria retirarla antes de dar el pecho. Además, puede aplicarse sobre la piel agredida del bebé.

Si tiene alguna duda, no dude, consulte a su Farmacéutico.

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